Para citar un sustantivo, adjetivo o
pronombre en latín y saber
cómo se declina exactamente lo
‘enunciaremos’ mencionando varias de sus formas. Lo
mismo pasa con las demás palabras flexivas para conocer
su flexión, esto es, los verbos. En el caso de los
sustantivos la primera de estas formas sirve para crear
y ordenar las entradas de los diccionarios y glosarios o
listas de palabras.
Mientras en
nuestra lengua nos referimos a los sustantivos,
adjetivos y pronombres por su forma singular y, en el
caso de los adjetivos, la masculina, y así los
encontramos en los diccionarios, en latín nombramos en
primer lugar la forma de nominativo singular y, en el
caso de los adjetivos, la masculina. Así, las palabras
rosa, equus, paries se citan en nominativo
singular. Un adjetivo como albus en nominativo
masculino singular. Pero además, para saber su
flexión, si se conocen los modelos, se cita a
continuación lo siguiente:
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Sustantivos: el genitivo singular. Así en los
casos anteriores el enunciado completo será: rosa,
rosae; equus, equi; paries,
parietis;
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Adjetivos: se añadirán los otros géneros del
nominativo singular. Si éstos fueran iguales, no se
repetirán. Si los tres géneros del nominativo singular
son iguales, se citará el genitivo singular, en cuyo
caso es masculino femenino y neutro. Así tenemos
albus, alba, album con los tres nominativos
singulares distintos entre sí; gravis, grave
("pesa-do"), con una forma gravis para
el masculino y femenino y otra, grave,
para el neutro. Por último, tenemos adjetivos del
tipo felix, felicis ("feliz") con una sola
forma de nominativo para los tres géneros,
felix, y el genitivo singular
felicis.
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Pronombres: igual que los adjetivos. Así
tenemos iste, ista, istud ("ese") con tres
nominativos singulares distintos, pero también tu,
tui ("tú") con un solo nominativo singular y el
genitivo.
Estas
segundas formas sirven para conocer la declinación que
sigue la palabra.
Normas generales
Normas generales que afectan a la
declinación Antes de explicar cada
declinación en particular, veamos algunos aspectos
generales:
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El vocativo sólo se
distingue del nominativo en el singular de las
palabras de la 2ª declinación terminadas en nominativo
en –us.
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En plural, el
nominativo y el vocativo son siempre
iguales.
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En plural, el dativo y
el ablativo son siempre iguales.
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Las palabras de género
neutro tienen siempre iguales los tres casos rectos,
nominativo, vocativo y acusativo, tanto en singular
como en plural.
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Las distintas clases o
modelos de palabras de una misma declinación siempre
tienen los casos oblicuos iguales, genitivo, dativo y
ablativo.
Las desinencias y
terminaciones
Este
vocablo significa en latín algo así como
"terminales". Se aplica a todas las palabras
flexivas, por eso hablaremos de desinencias
nominales y verbales. Es en la terminación de la
palabra donde encontraremos las marcas de los
accidentes gramaticales. Entre el tema y la
desinencia, si el uno termina por consonante y el
otro empieza por ésta, habrá a veces una vocal de
unión.
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Entre
estos elementos se producirán a menudo cambios fonéticos
que dejarán irreconocibles a sus elementos originales.
Por ejemplo en dominus el tema era originalmente
–o y la desinencia –s. Pero la o
final ante s se cerró transformándose en
–u- de modo que encontraremos finalmente una
terminación –us que es la unión de tema,
desinencia y, en su caso, vocal de unión con los cambios
fonéticos o de otro tipo originados.
Otro dato muy importante que suele
complicar enormemente al que se inicia en el latín es
que una misma desinencia o terminación puede representar
distintos casos en distintas declinaciones o en la
misma. Volviendo al ejemplo anterior, tenemos que la
terminación –us representa el nominativo singular
en la 2ª declinación, mientras que en la tercera puede
ser nominativo singular, pero también vocativo o
acusativo singular neutro en palabras como tempus
("tiempo") y en la cuarta puede ser nominativo, vocativo
y genitivo singulares, y nominativo, vocativo y
acusativo plurales en palabras como manus
("mano"). Estas ambigüedades de la morfología se
resuelven mediante el análisis morfológico, sintáctico y
léxico del contexto en el que ocurren.
Las desinencias de la declinación
varían mucho de unos modelos a otros y también se
repiten. De momento, veamos sólo algunas características
generales, reservando para posteriores epígrafes el
estudio detallado:
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Sustantivos
Nos
limitaremos en esta presentación a ver los paradigmas de
las declinaciones de sustantivos y sus
terminaciones:
Primera
declinación
En la primera los
sustantivos son mayoritariamente femeninos, pero
también hay masculinos (poeta, ("poeta"),
scriba ("escribano"), incola
("habitante"). En cambio, no hay ningún neutro. En
los adjetivos servirá para declinar la forma
femenina.
Segunda
declinaciónEn la segunda los sustantivos son
mayoritariamente masculinos. Los neutros tienen los
casos rectos del singular terminados en –um.
Presentamos los modelos dominus ("dueño") y
vir ("hombre") como masculinos y bellum
("guerra") como neutro. En los adjetivos servirá para
declinar la forma masculina y neutra.
Tercera
declinación
En la tercera declinación presentamos
primero los temas en consonante con un femenino
(pax, "paz") y un neutro (caput
"cabeza") y después los temas en –i con
un masculino (hostis "enemigo") y un neutro
(mare "mar"). Es la declinación más
compleja, con sustantivos de los tres
géneros.
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Para distinguir éste no hay ninguna marca
especial, salvo a veces en el neutro. Por eso para
descubrirlo buscaremos, si es posible, el género de su
equivalente en lengua romance o, si no, en el
diccionario. Los adjetivos que se sirven de esta
declinación están en los tres géneros.
Cuarta
declinaciónEn la cuarta presentamos igualmente un modelo de
no neutro (manus "mano") y uno neutro
(genu "rodilla"). No hay adjetivos.
Quinta
declinaciónPor último en la quinta casi todos los
sustantivos son femeninos y tampoco hay adjetivos. El
modelo usado es res
("cosa").
Adjetivos
La
declinación de los adjetivos puede seguir dos tipos de
flexión.
Primer tipo de
adjetivos
En el primer
tipo los adjetivos tienen tres formas distintas para el
nominativo singular. Siguen la 2ª declinación para las
formas masculinas y neutras y la 1ª para las femeninas.
El modelo que usamos es albus, alba, album
‘blanco’. Tendrán tres formas en el
enunciado.
Segundo tipo de
adjetivos
El segundo tipo sigue la tercera
declinación para los tres géneros, casi siempre según el
modelo de los temas en –i (hostis, hostis
y mare, maris), de modo que en los casos
oblicuos habrá una sola forma para los tres géneros. En
los casos rectos tendremos siempre dos formas distintas
en acusativo, mientras que en nominativo-vocativo
tenemos las tres posibilidades, si bien la de tres
formas en nominativo es infrecuente, y en este curso la
pasamos por alto. La más frecuente es la de dos formas
para el nominativo singular. El modelo que proponemos es
gravis, grave ("pesado"). En los de una
terminación en nominativo singular el enunciado será
similar al de un sustantivo. El modelo propuesto es
felix, felicis
("feliz").
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Pronombres
Para
terminar esta presentación de la flexión nominal latina
vamos a dar el paradigma de algunos de los pronombres
más usuales. En primer lugar, citaremos los pronombres
personales que tienen una flexión particular, por otro
lado muy parecida a la nuestra. Además en tercera
persona no existe más que una forma reflexiva, que no
tiene sujeto y que es igual en singular y en
plural.
Los pronombres
personales,
de relativo y anafórico
El resto de pronombres tienen una
declinación que se parece al primer tipo de adjetivos,
pero tiene algunas particularidades. Destacamos las
siguientes:
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A menudo después de la
desinencia aparecen sufijos como –c, -i>-e,
etcétera.
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El nominativo neutro singular suele
terminar en –d.
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El genitivo singular es igual para
los tres géneros y termina en –ius
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El dativo singular es igual para
los tres géneros y termina en –i.
De este grupo presentamos el pronombre
relativo, imprescindible para entender las oraciones
homónimas, y el anafórico, que tiene muchos de los
valores del pronombre de tercera persona que no existía
en latín y algunos más. Este último pronombre, además,
combina dos formas de la raíz: i /
e.
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